Las fiestas son una buena ocasión para dejar de lado cuestiones no tan importantes, para concentrarnos en el cariño de las personas que amamos. Si tenemos un familiar con Alzheimer, deseamos que sea parte de nuestros festejos.
¿Como podemos hacer para festejar junto a ellos sin crearles tensión? Hay una serie de puntos clave que podremos hacer para que todos podamos pasar un grato momento en familia.
Si hacemos una reunión familiar, es posible que nuestro ser querido no esté en condiciones de identificar quién es quién en la familia. Dos o tres rostros familiares pueden ser bien llevados, sin embargo una reunión de 9 o 10 personas puede ser desbordante. También es importante que la reunión se lleve a cabo sin demasiados ruidos ni exaltaciones. La música, la conversación, la comida, todo agrega ruido y estímulos al evento. Para los pacientes con Alzheimer no hay nada como la tranquilidad y el silencio.
Una de las formas de incluir y hacer participar al enfermo de Alzheimer en las fiestas es preparar cosas juntos: regalos, comidas, la casa. En la cocina por ejemplo, se puede aprovechar la ocasión para darle una tarea sencilla y concreta como puede ser revolver una mezcla, algo que favorezca la concentración más que pensar en el resultado final. Hay que tener en cuenta que los pacientes con Alzheimer se encuentran más descansados y mejor predispuestos a la mañana o a la hora del almuerzo, que a la tarde o a la noche. También hay que tener en cuenta que las luces de colores fuertes, llamativas e intermitentes típicas de la Navidad pueden ser un factor de desconcentración y desorientación para un enfermo de Alzheimer, por lo que es conveniente una decoración simple.
Si la persona con Alzheimer está internada en una institución, debemos considerar que para muchos de estos pacientes, salir a la calle conlleva un estrés adicional capaz de causar ansiedad y temor. En lugar de promover un cambio, es considerable llevar a cabo una pequeña celebración familiar íntima en el lugar de la internación.
Teniendo estos factores en cuenta, es posible pasar las fiestas con nuestros seres queridos y poder compartir un agradable tiempo juntos.
Una de las formas de incluir y hacer participar al enfermo de Alzheimer en las fiestas es preparar cosas juntos: regalos, comidas, la casa. En la cocina por ejemplo, se puede aprovechar la ocasión para darle una tarea sencilla y concreta como puede ser revolver una mezcla, algo que favorezca la concentración más que pensar en el resultado final. Hay que tener en cuenta que los pacientes con Alzheimer se encuentran más descansados y mejor predispuestos a la mañana o a la hora del almuerzo, que a la tarde o a la noche. También hay que tener en cuenta que las luces de colores fuertes, llamativas e intermitentes típicas de la Navidad pueden ser un factor de desconcentración y desorientación para un enfermo de Alzheimer, por lo que es conveniente una decoración simple.
Si la persona con Alzheimer está internada en una institución, debemos considerar que para muchos de estos pacientes, salir a la calle conlleva un estrés adicional capaz de causar ansiedad y temor. En lugar de promover un cambio, es considerable llevar a cabo una pequeña celebración familiar íntima en el lugar de la internación.
Teniendo estos factores en cuenta, es posible pasar las fiestas con nuestros seres queridos y poder compartir un agradable tiempo juntos.
¡Saludos y felices fiestas!
Fernando