Científicos del Centro Médico de la Universidad de Rush, en
Chicago, recolectaron datos de casi 2,600 adultos mayores, y calcularon que más
de un tercio de todas las muertes de personas mayores de 75 años se podían
atribuir al Alzheimer, y que el número de muertes por la enfermedad cerebral
incurable supera a las estadísticas que
se extraen de los certificados de defunción. Aunque las estadísticas
oficiales responsabilizan al Alzheimer de unas 85,000 muertes cada año (solo en
EEUU), los autores del estudio estimaron que la cifra real podría acercarse más
a las 500,000.
"Muchas
personas no reconocen que el Alzheimer es una enfermedad letal. Creen que las
personas que sufren de Alzheimer al final sucumben a la vejez",
señaló el autor del estudio, Bryan James, epidemiólogo del Centro de Enfermedad
de Alzheimer de la Universidad de Rush. "No comprenden que al final el Alzheimer
afecta a la parte del cerebro que controla la respiración y la tasa cardiaca,
lo que desactiva el cerebro. Es otro motivo que tenemos para afirmar que se
trata de una enfermedad terrible". El estudio, financiado en parte por los Institutos Nacionales de
Salud de EE. UU., aparece en la edición en línea del 5 de marzo de la revista Neurology.
James y sus colaboradores analizaron datos de dos estudios en
curso sobre el envejecimiento, que dan seguimiento a casi 2,600 participantes
con una edad promedio de 78 años, cuya función cerebral se consideró normal al
inicio de la investigación. Durante los ocho años de los estudios, el 22 por
ciento de los participantes al final contrajeron demencia, y el 72 por ciento
de esos pacientes murieron, frente al 34 por ciento de los que permanecieron
libres de demencia.
Los investigadores concluyeron que el Alzheimer y las otras
demencias no se ven reflejadas en las
actas de defunción, porque esos documentos mencionan la causa inmediata de
muerte, como la neumonía, que fue provocada por el Alzheimer. Muchas veces, las
personas con Alzheimer contraen neumonía en las últimas etapas porque tienen
dificultades para respirar y tragar. Contraen neumonía y mueren, pero el acta
de defunción dice neumonía. Pero el
hecho es que no habrían muerto de neumonía si no hubieran sufrido de Alzheimer.
Estos nuevos hallazgos deben cambiar la percepción pública sobre
la importancia de combatir el Alzheimer, que se calcula que afectará a casi 14
millones de personas en EE. UU. para 2050. Aunque las tasas de mortalidad por
la enfermedad cardiaca y el cáncer se están reduciendo debido a la llegada de
nuevas terapias, no sucede lo mismo con el Alzheimer. Actualmente, ningún
tratamiento puede ralentizar ni parar la enfermedad.
Es por ello que, desde un punto de vista de salud pública, es el
momento de financiar mucho más seriamente la investigación sobre la enfermedad
de Alzheimer.
Me temo que a pocos le importa una enfermedad que afecta y mata a adultos mayores... si a esta enfermedad la tuvieran niños, jóvenes o adultos en edad laboral, seguramente le prestarían mucha más atención a la investigación para encontrar una cura o freno. Lamentablemente a muy pocos les interesa el bienestar de nuestros ancianos.... es una pena que esto suceda.... ya los abuelos no podrán contar cuentos a los niños si todos padecen esta terrible enfermedad, los abuelos no podrán cuidar de sus nietos, ayudar o dar consejos a sus hijos adultos ante un problema, el mundo va a cambiar por no cuidar a los adultos mayores...
ResponderEliminarCoincido totalmente con la necesidad imperiosa de investigar profundamente cuanto se vincula con la enfermedad de Alzheimer y por consiguiente de concurrir a la correspondiente financiación tanto de la esfera pública como de la privada, pero no solo por su real e importante participación en la tasa de mortalidad, sino también porque se trata de una enfermedad cuya inexorable evolución consta de sucesivas e implacables etapas en las que el paciente se degrada lentamente en el transcurso de largos años (más de diez) perdiendo en el severo proceso su dignidad de vida a la vista impotente y sufriente de quien, generosa y amorosamente, se ha dispuesto a ser su "cuidador".
ResponderEliminar