Comparto con ustedes una entrevista, que me hicieron en el diario La Gaceta de Tucumán, en la explico cómo vive un enfermo de Alzheimer junto a su familia las fiestas de fin de año. También brindo consejos para hacer de estas reuniones un momento saludable para el paciente.
El cierre de un ciclo y el comienzo de uno nuevo reúne a la familia y genera diversas sensaciones, que van desde un gran entusiasmo y alegría hasta momentos de nostalgia o tristeza. En las familias que conviven con una persona con enfermedad de Alzheimer -o cualquier otra demencia-, los festejos de Navidad y de Año Nuevo no transcurren con la misma naturalidad que en los hogares sin este tipo de problema. Una persona con Alzheimer obliga a poner especial atención en la organización de los festejos, porque deben vivirlos de la manera más saludable posible. El psiquiatra Fernando Taragano, jefe de Enfermedades Neurocognitivas en el Hospital Universitario Cemic, de Buenos Aires, charló con LA GACETA sobre el tema.- ¿El enfermo de Alzheimer vive de un modo especial estos festejos?
- Lo que puedo decir es que tanto el paciente como sus familiares viven de una manera especial las celebraciones de Navidad y de Año Nuevo. Por un lado, el recuerdo de festejos pasados (antes de que a al pariente se le haya diagnosticado Alzheimer) suele invadir de tristeza y nostalgia a la familia Por otro, aparece una serie de preocupaciones para que el encuentro sea saludable junto al enfermo.
- ¿Cómo debe ser la reunión?
- En los pacientes que están en los primeros estadios de la enfermedad -cuando aún no han perdido por completo la independencia- aconsejo organizar reuniones íntimas (con sus seres más queridos). Además, es conveniente integrarlo a los preparativos del festejo ocupándolo en tareas básicas que pueda desarrollar sin perturbarse: armar el árbol navideño o envolver regalos. Esto les permitirá disfrutar de la compañía de la familia y, al mismo tiempo, sentirse útiles.
-Y si el mal ya avanzó...
- Cuando la enfermedad ya afectó gravemente las funciones cognitivas e intelectuales (atentaron contra la memoria, el pensamiento y la conducta del paciente) y le quitó independencia para vivir, es importante preservar su estabilidad emocional y tranquilidad. Lo mejor es que no hacerlos vivir situaciones estresantes
-¿Cómo se sienten en una gran reunión?
-Es común que los familiares piensen que le darán una gran alegría organizando una reunión con parientes que hace mucho que no lo ven. Pero la realidad indica todo lo contrario. Las personas con Alzheimer perciben de una manera especial los cambios que se dan en el ambiente donde viven, más aún si se trata de reuniones atípicas y numerosas.
- ¿Se irritan, se ponen mal?
- El bullicio y los ruidos suelen desestabilizarlos, pierden el sentido del lugar en el que están y de las personas que los rodean. Les altera el ánimo y les genera malestar. Los ruidos de los fuegos artificiales, las voces de muchas personas y la imposibilidad de seguir una conversación también pueden producirles desequilibrios y conductas agresivas.
- Hay familias que los internan para estas fechas...
- Si nunca estuvo internado es mejor no hacerlo porque le significará un gran cambio. Y si vive en algún hogar, no es bueno que lo retiren porque también puede ser desconcertante. Es preferible realizar una visita a modo de celebración familiar en el lugar donde se hospeda.
- Cuando llegan las vacaciones ¿qué hay que hacer?
- Recomiendo no sacar al paciente de su casa porque los cambios espaciales lo desestructuran. La familia piensa que llevarlo de vacaciones lo hará más feliz, y no es así. No hay que provocarle cambios severos. Lo mejor es dejarlo a cargo de alguien conocido y responsable. La familia no tiene que sentir culpas. Debe salir sola para despejarse y descansar del estrés y la sobrecarga que implica convivir con una persona con trastornos psiquiátricos.
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