martes, 1 de noviembre de 2011

Suicidio: un intento frustro predice un posterior intento efectivo


Un estudio realizado por el Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia) demostró que el método utilizado en un intento de suicidio frustro predice la probabilidad de un posterior intento de suicidio efectivo. La investigación fue considerada entre las 10 publicaciones médicas más leídas durante 2010.


El estudio se propuso estudiar lo que había sucedido con 48.649 pacientes que entre 1973 y 1982 fueron internados en hospitales nacionales de Suecia por causa de cometer un intento de suicido (frustrado). De esos pacientes, 49 estaban buscando asilo y fueron excluidos de la investigación para evitar la variable confundidora por el estrés.  

En total fueron estudiados 23.500 hombres y 25.100 mujeres, con un promedio de edad de 38 y 37 años respectivamente. Cabe mencionar que el seguimiento de los casos duró entre 21 y 30 años.

A través del estudio se supo que de los 48.649 casos analizados, un 35.6% lograron finalmente consumar el suicidio un año después de haber fracasado en el intento. Mientras que el 65% restante consumó el suicidio en el transcurso de  los 29 años siguientes, con una tasa promedio del 22.2% cada año.

En relación a los métodos utilizados para concretar el suicido y sus riesgos, se supo que las personas que habían intentado suicidarse por ahorcamiento, ahogo, con armas de fuego o arrojándose al vacío presentaban mayor riesgo de suicidio efectivo que aquellos que lo habían intentado a través del envenenamiento y otros métodos.

Más del 87% de las personas que habían tenido un primer intento de suicidio frustrado por ahorcamiento, lo concretaron en el transcurso del año posterior.

Mientras que en los casos en los que el método usado fue el envenenamiento, durante el primer año se efectivizaron un 25.5% de suicidios, y el 74.5 % restante lo hicieron en el transcurso de los 29 años consecutivos. Tanto en hombres como en mujeres el envenenamiento ocasionaba menor riesgo durante el primer año y mucho más riesgo a lo largo de los 29 años.

Como consecuencia de los datos antes mencionados, el envenenamiento resultó ser el método con menor riesgo de efectividad.

En relación a este aspecto, me interesa agregar que la cantidad de personas que finalmente efectivizaron su suicidio por envenamiento representa el 74.3% del total de casos.

Si bien el estudio demostró que el envenenamiento es el método menos riesgoso también demostró que es el que mayor cantidad de muertes produce a largo plazo. Y este no es un dato menor para quienes sabemos que el envenenamiento constituye una de las causas más importantes y prevalentes del suicidio en la actualidad.
  
Por otra parte, la investigación confirmó que la mayoría de los suicidas usaron el mismo método que al inicio (en el intento frustro), y que el método usado en un intento de suicidio frustro pronostica la probabilidad de que posteriormente se torne efectivo.

También advirtieron que patologías como la psicosis y el trastorno afectivo fueron causas que tuvieron un peso específico e independiente al analizar el suicidio efectivo. Es decir, que el método elegido está subsumido dentro del diagnóstico psiquiátrico.

Fuente: Department of Clinical Neuroscience, Karolinska Instituted División of Psychiatry 

http://fernandotaragano.blogspot.com/2011/11/suicidio-un-intento-frustro-predice-un.htmlhttp://fernandotaragano.blogspot.com/2011/11/suicidio-un-intento-frustro-predice-un.html

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