sábado, 19 de septiembre de 2009

Drogadicción y despenalización


En ocasiones se cree que la drogadicción sólo es un problema social y se caracteriza al adicto como una persona moralmente débil o, peor aún, como un delincuente; otro mito común es creer que podrían dejar de consumir con sólo estar dispuestos a hacerlo. Sin embargo, la drogadicción es una enfermedad que impacta al cerebro y, por esta razón, dejar las drogas no depende simplemente de tener fuerza de voluntad. 





El mayor impacto de esta problemática recae sobre la familia pues la desintegra, produce la pérdida del empleo, el fracaso en la escuela, la violencia doméstica, el abuso infantil y otras tragedias.

¿Qué es la drogadicción?
Es una enfermedad crónica del cerebro, que produce cambios en su estructura y funcionamiento; a menudo con recaídas caracterizadas por la búsqueda y el uso compulsivo de drogas. Si bien es cierto que en el caso de la mayoría de las personas la decisión inicial de tomar drogas es voluntaria, con el tiempo los cambios en el cerebro afectan el control. Debido a estos cambios es muy difícil para el drogadicto lograr dejarlas.




La drogadicción es una problemática compleja en muchos aspectos. Según cálculos económicos, el costo monetario para combatirla es enorme y se incluye al alcohol, a las drogas ilícitas y al tabaco.


¿Qué le pasa al cerebro?
Las drogas infiltran el sistema de comunicación del cerebro imitando los mensajes o sobre-estimulando el circuito de gratificación. Por ejemplo la marihuana, tiene una estructura similar a la de ciertas substancias que produce el cerebro, y puede engañarlo activando células que envían mensajes anormales. En tanto, la cocaína no sólo libera cantidades exageradas de substancias naturales (dopamina) sino que también impide la limpieza de dichas substancias.
Casi todas las drogas atacan al sistema de gratificación del cerebro inundándolo con dopamina; esta hormona neurotransmisora regula el movimiento, las emociones, la motivación y las sensaciones placenteras que, al híper-excitarse, producen sensaciones de euforia. Debido a la reacción que produce estimula a las personas a repetir el comportamiento y, así, genera adicción.
Como el cerebro responde con disminución en el circuito de gratificación, obliga al drogadicto a consumir más para lograr que la función regrese a su nivel normal. Este efecto se conoce como tolerancia.

¿Está bien despenalizar la tenencia de droga?
 Es correcto pensar que una persona adicta no es un delincuente sino alguien que padece una enfermedad cerebral y probablemente crónica. En todo caso, delincuentes son aquellos que producen, distribuyen y suministran drogas. En ese sentido, la tenencia para consumo debe ser entendida como la nefasta consecuencia de la adicción.
Distinto es que muchos roben para obtener más droga y aunque inicialmente la tenencia no sea delito, se corre el riego de ir a la cárcel por delinquir para conseguirla.
Por lo tanto, cuanto más temprano se comienza un tratamiento, mayor es la probabilidad de liberarse de la enfermedad.
La Corte Suprema de Justicia en su fallo dijo;..."Exhortar a todos los poderes públicos a asegurar una política de Estado contra el tráfico ilícito de estupefacientes y a adoptar medidas de salud preventivas, con información y educación disuasiva del consumo, enfocada sobre todo en los grupos más vulnerables, especialmente los menores, a fin de dar adecuado cumplimiento con los tratados internacionales de derechos humanos suscriptos por el país".
Lamentablemente, también tiene razón el equipo de Sacerdotes para las Villas de Emergencia al advertir que "la despenalización de la tenencia de drogas puede aumentar la posibilidad de inducir al consumo".

Prevención
La drogadicción es una enfermedad prevenible y tratable. Por lo tanto, a través de familiares, maestros y religiosos podemos transmitir un mensaje alentador sobre las posibilidades de combatir este problema que ataca a tantos jóvenes.

Fuentes:
 The Economic Costs of Drug Abuse in the United States: 1992-2002. Washington, DC: Executive Office of the President (Publication No. 207303), 2004. Centers for Disease Control and Prevention. Annual Smoking–Attributable Mortality, Years of Potential Life Lost, and Productivity Losses — United States, 1997–2001. Morbidity and Mortality Weekly Report 54(25):625–628, July 1, 2005.

Nota periodística: "Es inconstitucional penar la tenencia y el consumo privado de marihuana"

7 comentarios:

  1. Doctor lo felicito por su blog y me intereso mucho este tema, desde ya muchas gracias por toda su informacion

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  2. Muy bueno el blog, soy Patologa
    Si alguna vez necesita información o alguna colaboración siempre estoy disponible

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  3. El tema Doctor es que la drogadicción es una enfermedad que está instalada en todos los sectores sociales . Y, aquellos que sólo consumen marihuana se creen más cool, creen que es relajante que los hace más creativos y que es más sano que el tabaco.Está toda la información o mejor la desinformación tan distorsionada que me da miedo pensar una sociedad más enferma aún que la actual si se despenaliza.

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  4. quisiera saber que opina Ud. sobre la concepcion psicoanalitica que ve a la adiccion como un sintoma y no como una enfermedad, sirviendo a la persona como un modo de manejar la angustia producida por lo que se podria considerar una enfermedad del alma, lo cual seria el nucleo de la problematica del individuo y en ella se centraria el tratamiento.

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  5. como "doña rosa" me pareció un horror despenalizar el uso de estupefacientes. como psiquiatra, estuve hablando largo con gente que está en la justicia y es verdad, el adicto es un enfermo y la cárcel no es el lugar para tratarlo. el problema lo veo en encontrar el límite entre el paciente adicto (intoxicado, abusador o dependiente..) y el que, como decís, es el auténtico delincuente, el que la fabrica y la vende. El problema es cuando se superpone todo esto y el que "la fabrica y la vende"también es adicto y, como buen psicópata, use la ley a su favor para zafar. Me cuesta encontrar un límite y una respuesta adecuada en todo este embrollo y termino pensando otra vez como doña rosa.. En fin, el problema está en la cantidad de agujeros que tiene nuestro sistema de salud mental, pública y privada, y en el sistema legal...
    Bueno, no siento estar aportando algo, pero hice catarsis y creo que a más de uno le pasa lo mismo que a mí.
    saludos cordiales
    ingrid brunke (médica psiquiatra)
    ingrid.brunke@gmail.com

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  6. esta bueno el blog, es el problema mucho mas serio, creo que nos afecta a muchos padres, aunque seamos profesionales de la salud, ver que no solo nuestros hijos la consumen sino la mayoria de los jovenes, por probar y de ahi para pertenecer, en fin son miles los "adultos" que siguen pegados al consumo, y son un triste mal ejemplo para los jovenes, al menos en la ciudad en que vivo hasta a los jueces se los ve en los pubs tras una cervecita y un porrito, lamentable........

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  7. Con respecto a que el problema nos afecta a muchos padres, aunque seamos profesionales de la salud, es una verdad indiscutida. Nadie está a salvo. Y cierto es que los adultos somos ejemplo para bien o para mal de los jóvenes. Pero los padres no somos el único ejemplo que impacta en el psiquismo de los jóvenes... para bien o para mal de ellos...

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